Pilar del Rosal

domingo, 17 de abril de 2016

El principito

El pasado año, en una excursión con el curso de mi tutoría, coincidimos, en el momento del desayuno ,con una señora que presentaba algún tipo de enfermedad mental. Los dicentes ante el desconocimiento, actuaron con bastante dureza hacia la mujer.
Todo ello me llevo a buscar algún modo de acercar este tipo de enfermedades a los niños y niñas de primaria, de manera que tanto ellos como sus familiares, normalicen la situación y la vivan con el mayor respeto y tolerancia. 
A través de una madre, con la que hoy contamos en clase (¡gracias Ana Belén!) nos pusimos en contacto con el Equipo de Salud Mental del Tomillar, que habían preparado un teatro con los pacientes.
El equipo se prestó a representarlo en nuestro centro, para nuestros alumnos y la experiencia fue realmente bonita.
Este año, volvimos a ponernos en contacto. 
La obra que habían preparado era preciosa, "El Principito" (que os animo a que leáis con vuestros hijos e hijas en casa) y decidimos que aunque este años estuviera con un grupo de menor edad, a ambas comunidades nos interesaba repetir la experiencia.
Durante varias semanas, hemos trabajado en clase la obra; Hemos visto capítulos de una serie que emitieron hace algún tiempo y les he leído capítulos enteros de la obra,  a la par que trabajábamos las enfermedades mentales y el trato hacia las personas que las padecen.
Llegamos a conclusiones excelentes. Nadie en nuestra aula es "normal". Todos tememos un "algo" que nos hace extraordinarios y diferentes. Unos tenemos gafas, otros son demasiado altos o bajos, otros muy delgados otros más gordos, unos más rápidos... y así con infinidad de características, por lo que no nos fue difícil llegar a la conclusión de que la normalidad no existe y que por tanto, no hay que mirar mal o "raro" a nadie, tenga la característica especial que tenga.
La obra nos encantó, como podéis ver en las fotos, el vestuario y puesta en escena es increíble y el respeto y saber estar se respiró durante toda la representación.
Sin duda , ha vuelto a ser una experiencia maravillosa. Esperemos poder volver a repetirla en futuras ocasiones.
Os animo a que todo lo trabajado en clase no caiga en saco roto y que cada vez que tengáis ocasión trabajéis con vuestros hijos la integración y el respeto por la diversidad.